
Kronos: el trigo que no se rompe
La sémola de trigo duro Kronos nace de una variedad preciosa de Desert Durum. Hoy se cultiva en Italia, sobre todo entre Puglia, Marche y Emilia-Romagna, con métodos biológicos y sostenibles. Su fortaleza reside enteramente en el gluten: compacto, elástico, capaz de darle a la pasta ese famoso 'diente' que nosotros, los italianos, reconocemos en la primera degustación. Y luego está el color: un amarillo intenso, natural, que hace que la pasta cobre vida ya a simple vista.
Perciasacchi: el trigo antiguo que mira al futuro
La Perciasacchi es un trigo siciliano, antiguo y biológico, molido a piedra como antaño. La llaman 'prensado de trigo' porque conserva toda su integridad, sin refinamientos. El año 2024 fue generoso: esta harina ha alcanzado un contenido proteico del 18%, un valor altísimo. Rica en gluten pero más digerible, no provoca picos de glucosa en sangre y revela la belleza de un equilibrio natural. Lo que la hace aún más especial es la forma en que se cultiva y se procesa: energía solar en lugar de la energía fósil, rotaciones trienales, cuidado obsesivo del grano. Un verdadero pacto de confianza entre quien siembra y quien amasa.
Por qué nos gustan tanto
Porque detrás de un plato de pasta no hay solo un formato para elegir o una salsa para combinar. Hay un grano que se respeta, una cadena de suministro que no desperdicia y una calidad que se siente en cada bocado. Kronos y Perciasacchi son dos maneras diferentes de contar lo mismo: que la pasta puede ser buena, sana y sostenible al mismo tiempo.

Nuestros productores: una cuestión de confianza
Detrás de estas harinas hay personas, no solo campos y molinos.
Molino Grassi cuida y produce el trigo Kronos. Siempre atento a la investigación y a la sostenibilidad, cultiva esta semola biológica en Italia con métodos que respetan el suelo y las rotaciones naturales. Sin importaciones, solo cadena corta y controlada, para un resultado que hable de excelencia y responsabilidad.
Molini del Ponte, en el corazón de Sicilia, cuida de la Perciasacchi. Aquí la tradición se casa con la innovación: molinos de piedra naturales que datan del siglo XIX, energía solar en lugar de la energía fósil, una relación estrecha con la empresa agrícola que suministra el trigo. Una cadena de suministro transparente y limpia, donde cada grano tiene un nombre y una historia.